El martes pasado hablaba con una periodista económica especializada en tecnología y estábamos repasando startups españolas de éxito. Citamos Buyvip y Privalia. Me comentó que había comprado ropa para ella y para su marido usando estos servicios pero la pega era el largo tiempo de entrega: unas dos semanas.
Leo hoy en Expansión que Venca, el líder de la venta por correo ha llegado a un acuerdo con Mondial Relay para generar una red de distribción en la calle, para evitar que los clientes (estadísticamente son clientas) no tengan que esperar en casa la entrega.
Esto me recuerda a lo que había intentado SevenEleven: aprovechar su extensa capilaridad para la distribución de las compras hechas por internet.
El movimiento de Venca me parece de lo más acertado y quizás deberían seguir sus pasos empresas de venta por internet como BuyVip o Privalia.
Las ventajas son múltiples: por ejemplo, se dan a conocer la empresa y sus servicios al gran público, al ser el punto de entrega una plataforma de comunicación y publicidad.
Se podría pensar en poner terminales con internet en el punto de entrega para la compra, aprovechando la compra por impulso y facilitando el acceso a la web al público.
La idea podría ser crear en una pequeña tienda, una tienda paralela con un par de PC’s con internet. Lo más caro de un negocio son el alquiler de la tienda (proporcional a los metros cuadrados) y el sueldo del personal. Se reducen pues ambas al aprovechar sinergias entre negocios.
Un ejemplo que ví hace dos semanas en una estación de Renfe (ahora Adif), era que los billetes de tren los vendía la dependienta del quiosco de conveniencia instalado en el hall de la estación. Lo mismo pasa en las gasolineras, donde una sola persona puede gestionar todo el comercio.