Ciertamente, si me he leído este libro es por lo mucho que me reí con su anterior libro, ‘Lo mejor que le puede pasar a un cruasán’, ópera prima de éxito rotundo que incluso fue llevada al cine por Paco Mir.
Pero en esta novela Tusset reinvindica su condición de escritor escritor, no de escritor humorista o de humorista escritor. Huye del éxito de su primer libro y se niega en seguir la misma línea.
Relata una historia que se inicia como detectivesca, pero no lo es, es más bien un tríptico en tres escenarios muy diferenciados geográficamente y conceptualmente: el paraíso, la tierra y el infierno representados respectivamente por Manhattan, Barcelona y la vida opresiva en un pueblo.
Como en su anterior novela, el final es un poco precipitado, como se cayera en la cuenta que después de 400 páginas escritas, “… ya hay que ir acabando…”
Libro que recomiendo, si te gustó el primer libro de Tusset, que en este se autoretrata bajo el nombre de Quique Balmes, también seudónimo, y sigue la mejor línea de narrativa que recuerda a Eduardo Mendoza, historia bien tramada salpicada de ironía.